miércoles, agosto 24, 2011

El Cairo fatimí

El Cairo islámico es una fiesta en Ramadan, no hay quien duerma hasta las cinco de la mañana.
Llevo una semana perdiéndome por las inmediaciones del Midan Hussein.

Desde mi ventana veo los minaretes de la mezquita más sagrada del Cairo, Al Hussein. Un trajín continuo de vendedores ambulantes, paseantes, fieles y llamadas a la oración llenan durante el día y la noche la plaza. También alcanzo a ver desde mi habitación los preciosistas minaretes de la mezquita Al Azhar, la mezquita más hermosa para mi gusto del Cairo. A esta última suelo ir a descansar a la sombra de sus ventiladores y maravillosas lamparas, cubierto el cabello, como manda el protocolo, cuando el calor del mediodía se me hace insoportable. Ayer estuve hablando con dos chicas egipcias ingenieras, que encontré en la mezquita, y que me hacen ver que la realidad trasciende los constructos prejuiciosos alzados en la distancia.

El barrio fatimí del Cairo es sorprendente, en cada esquina se reviven párrafos de las novelas de Naguib Mahfuz. Ocho días llevo andurreando por sus calles y se me ha desvelado una rutina llena de personajes y recurrencias que me hacen delicioso el viaje.

Mis amores en el Cairo se dividen entre dos plazas: Madin Al Tahrir y Madin Al Hussein. Mañana me mudo de barrio, que en el Cairo es tanto como mudarse de ciudad.

1 comentario:

  1. Disfruta de esa calma (es curioso cómo la descripción de una ciudad bulliciosa y superpoblada puede transmitir calma...), ya tendrás razones para irritarte cuando vuelvas.

    cuídate


    rai

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Dime Alhaja